El RIGGER es un pincel muy conocido por los acuarelistas. Sirve para filetear, o hacer líneas finas, sin necesidad de levantar la mano a medio trazo para cargar de color el pincel. Si queremos hacer una línea de trazo extenso y utilizamos un pincel de mechón estándar, no nos quedará más remedio que recargar varias veces nuestro pincel. El recorrido que describirá nuestro trazo será intermitente, y, es probable -siempre que esa no sea nuestra finalidad-, que la línea se distorsione. Para que no suceda eso nace el rigger.
Examinada la palabra, vayamos a la historia y a los conceptos.
En el siglo XVIII, sobre todo a partir de mediados de siglo, se ponen de moda los viajes culturales. El pintor sale del estudio de una forma plena.
Pero no se llevan el estudio de pintura encima incluida la mesa, la silla y las cajas. Lo que transportan son sus papeles, pigmentos y aglutinantes: acuarelables. Y, por supuesto, los pinceles. El pincel es al pintor, lo que la pluma fue al escritor, o el cincel a aquel que esculpe. En Europa, los pinceles se comenzaron a fabricar, de forma artesana precisamente cuando se ponen de moda estos viajes. Alemanes, franceses e ingleses se inician en este arte de la fabricación del pincel. En España, Josep Escoda y Roig, junto con su mujer, Rosa Sabatés, empieza a fabricar, también de forma artesana, pinceles, que se venderán en todas las droguerías de Barcelona. También en Girona o Tarragona. Mediante una red de representantes, los iría introduciendo a lo largo de toda la geografía española. Hago referencia a esto porque, hasta llegar a este punto, acuarelistas y pintores tenían que comprar siempre pinceles alemanes o ingleses.
En cuanto a estos últimos, los ingleses, grandes aficionados a la pintura al exterior, aprovecharon bien el hecho de ser fabricantes de los mejores pinceles del mundo. Y también se beneficiaron de la calidad y versatilidad de los pigmentos que les llegaban desde sus colonias. Llegaban a todos los puertos de mar. Allí, al exterior, cuando querían pintar cuerdas, aparejos, y el maremágnum de líneas apuntando al cielo de las velas de los barcos, empezaron a utilizar este pincel fino de cerdas largas, llamado Rigger. Si pensamos en un puerto de mar del siglo XVIII o XIX, incluso del XX, nos vendrán imágenes de barcos con las velas recogidas, y una marea de líneas apuntando hacia arriba, tensas, o inclinadas, pero casi siempre largas.
La pregunta que entonces y también ahora nos podríamos hacer sería ¿Por qué seleccionar un pincel de mechón largo y fino como el Rigger, antes que otro de pelo corto de las mismas características para pintar los cordajes de los barcos?
Lo bueno del Rigger es que no hay que recargar pintura en mitad de una línea. Con un pincel igual, pero de mechón corto, nos quedaremos sin carga de acuarela a mitad del proceso, y, si estamos pintando una cuerda de un barco de vela, quedarán rotas, temblorosas -que no es lo mismo que destensadas-, nada parecido a lo que son.
Diferencia entre Rigger y pincel de punta fina - www.macuarela.com |
Aterrizando en nuestro momento, actualmente, Scoda fabrica los rigger con pelo de oreja de buey claro. El mechón es extra largo, y
los mangos son extra cortos, entre 2.5 y 4 cms. De esta forma, tendremos mucho
más control en nuestras líneas. No hay que olvidar que el largo de un mango de
pincel es muy importante a la hora de pintar. Los mangos largos se fabrican para
pintura de caballete, cuando el pintor separa el pincel de su cuerpo para
pintar. El mango corto es para pintura sobre mesa. Cuando nos sentamos y
pintamos a pocos centímetros de nuestra cabeza, resulta muy fácil sacarse un
ojo con un pincel largo. Es muy importante saber comprar y conocer por qué
compramos una cosa u otra. El mango extra corto del Rigger -aunque
también los hay de varios largos-, es el más indicado para el equilibrio de
fuerzas que existe entre: Nuestro carácter, nuestra mano, nuestro pincel y
nuestras pinceladas.
Con todo, el Rigger no solo sirve para pintar cuerdas
de barcos. También es muy útil cuando lo que pintamos son líneas de bosque, de
paisaje, horizontes desérticos, marítimos, arboledas de invierno, paisajes
urbanos, cables, tuberías, líneas de carretera, bordillos en el asfalto,
ventanas. Y también los bigotes de una gatita como ésta: Menta.
Si
quieres suscribirte a este blog, envía un correo a:
macuarela20@gmail.com
Macarena Márquez Jurado Wikipedia
Libros de la autora:
Treinta y siete minutos en el atasco - Novela
Bárbara de Braganza - Biografía Histórica
Mi contenido tiene algunos enlaces de afiliados para determinados materiales. Son productos que conozco, que están probados en mi mesa de trabajo o a lo largo de horas impartiendo clases sobre Acuarela. Están seleccionados cuidadosamente para este blog especializado que lees. Al hacer clic sobre alguno de los enlaces de este artículo o realizar una compra a través de ellos, recibiré alguna comisión. Dicha comisión no me permitirá vivir, pero si me permitirá seguir investigando y probando materiales en un mundo en que cada día salen nuevos productos al mercado. Gracias por comprenderlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario.