En este artículo se explica cómo se puede obtener el efecto noche
al pintar con acuarela a partir de técnicas que son cinematográficas. Tuve la
suerte de volver a ver La Noche Americana de Truffaut en Filmin y ahí
recordé por qué me gusta dar veladuras sobre algunas de mis acuarelas.
Material empleado:
Papel de Acuarela 29,7x21 cm. Gramaje: 160 gr/m2
Pastillas de Acuarela
Amarillo de Cadmio – Cadmium Yellow
Verde Windsor - Windsor Green
Verde Sap – Sap Green
Rosa Permanente – Permanent Pink
Ultramar Francés - French Ultramarine
Azul Cerúleo - Cerulean Blue
Azul Ultramar – Ultramarine Blue
Azul Sennelier – Sennelier Blue
Pinceles:
Redondos
del 12, 10, 4, 2, 1
Plano del
10 y del 24
No sé si recordáis algunas películas de los años 70 en que
aparecían unas escenas de noche azules que después me ha costado encontrar en
la realidad, incluso en las noches más calurosas de verano planetario.
Me encantaba ver a los personajes en la escena moviéndose en la
noche a través de sombras y luces de una luna que proyectaba más luz que el
propio sol, aunque azul.
Se trataba de la técnica cinematográfica que se llamó “La noche
americana”. Era una técnica de iluminación utilizada para aparentar que era de
noche en una escena rodada a plena luz del sol. De ese modo no había que rodar
de noche, con el consiguiente abaratamiento del rodaje. La escena de nocturno,
a lo mejor se había grabado a las doce del mediodía, después, mediante esta técnica,
que aplicaba filtros azules, se reducía y enfriaba la iluminación hasta parecer
de noche, con sus luces y sus sombras, pero noche.
La noche americana - Macarena Márquez
Hay una película francesa: La nuit américaine, de
Truffaut, de 1973, que precisamente toma su título de esta técnica de filtro
oscuro sobre la lente, que consigue el efecto noche cuando se rueda de día. Es
una película que recomiendo porque en ella, además de aprender de luces y
sombras, el cine es el protagonista. En algunas escuelas
cinematográficas: La Noche Americana de Truffaut, es el mejor
ejemplo para explicar qué es un rodaje. Fue ganadora de un Oscar en 1974
a la mejor película de habla no inglesa.
Y cine aparte, en el caso de esta acuarela quise aplicar la
sensación de filtro azul de esas “noches americanas” que yo recordaba. Pinté el
boceto rápido de unas adelfas blancas sobre cielo radiante turquesa de verano
mediterráneo. Pensé que el tema ya se había pintado muchas veces. Dejé secar
perfectamente, y fui aplicando un filtro de Azul Cerúleo mezclado con Azul Sennelier a pincel seco sobre lo que tenía pintado.
Y ¿Qué quiere decir “a pincel seco”? Quiere decir que el pincel va
cargado de muy poca agua. Si fuese muy cargado, la capa inferior de nuestro
papel se aguaría y desaparecería lo ya pintado. No hay que olvidar que la
acuarela es una pintura de carácter no permanente, que en cuanto mezcla con
agua, se diluye.
Así pues, a pincel seco, entré con los azules y con mucho cuidado
sobre las adelfas de mediodía, al sur de España, a 40 grados al sol. Utilicé un
pincel plano del número 24 para hacerlo, de pelo natural, ya que la pincelada
que describe es algo más suave que la del pincel sintético. También porque, con
este tipo de pincel, resulta más fácil controlar el agua. Cuando quiero hacer
veladuras, cargo el pincel solo hasta la mitad de mechón de forma homogénea. La
mezcla de color, agua y pigmento, deben estar perfectamente ligadas antes de
aplicar la pintura. Y la pincelada debe ser segura, sin titubeos. Insistir con
el pincel sobre una pintura que está casi acabada a falta de veladura, estropea
nuestra obra si volvemos a aplicar una y otra vez sobre el objeto pintado.
El resultado es la técnica de Noche Americana, pero con acuarela y
un resultado de Noche de verano española.
El arte de la pintura y el del cine beben uno de otro. Los
registros que un ojo educado en materia artística capta de una obra maestra
cinematográfica, nos son los mismos que los que capta un ojo no educado en
ello. Y también sucede al revés. Todas las artes se retroalimentan.
Os animo a buscar este recurso de nocturnos a plena luz del día en
el cine de la segunda mitad del siglo pasado, y a aplicarlo con cuidado en
vuestras acuarelas. Más o menos filtro azul dependiendo de que queráis obtener
noches más o menos profundas.
Macarena Márquez Jurado Wikipedia
Libros de la autora:
Treinta y siete minutos en el atasco - Novela
Bárbara de Braganza - Biografía Histórica
Hay una película francesa: La nuit américaine, de
Truffaut, de 1973, que precisamente toma su título de esta técnica de filtro
oscuro sobre la lente, que consigue el efecto noche cuando se rueda de día. Es
una película que recomiendo porque en ella, además de aprender de luces y
sombras, el cine es el protagonista. En algunas escuelas
cinematográficas: La Noche Americana de Truffaut, es el mejor
ejemplo para explicar qué es un rodaje. Fue ganadora de un Oscar en 1974
a la mejor película de habla no inglesa.
Y cine aparte, en el caso de esta acuarela quise aplicar la
sensación de filtro azul de esas “noches americanas” que yo recordaba. Pinté el
boceto rápido de unas adelfas blancas sobre cielo radiante turquesa de verano
mediterráneo. Pensé que el tema ya se había pintado muchas veces. Dejé secar
perfectamente, y fui aplicando un filtro de Azul Cerúleo mezclado con Azul Sennelier a pincel seco sobre lo que tenía pintado.
Y ¿Qué quiere decir “a pincel seco”? Quiere decir que el pincel va
cargado de muy poca agua. Si fuese muy cargado, la capa inferior de nuestro
papel se aguaría y desaparecería lo ya pintado. No hay que olvidar que la
acuarela es una pintura de carácter no permanente, que en cuanto mezcla con
agua, se diluye.
Así pues, a pincel seco, entré con los azules y con mucho cuidado
sobre las adelfas de mediodía, al sur de España, a 40 grados al sol. Utilicé un
pincel plano del número 24 para hacerlo, de pelo natural, ya que la pincelada
que describe es algo más suave que la del pincel sintético. También porque, con
este tipo de pincel, resulta más fácil controlar el agua. Cuando quiero hacer
veladuras, cargo el pincel solo hasta la mitad de mechón de forma homogénea. La
mezcla de color, agua y pigmento, deben estar perfectamente ligadas antes de
aplicar la pintura. Y la pincelada debe ser segura, sin titubeos. Insistir con
el pincel sobre una pintura que está casi acabada a falta de veladura, estropea
nuestra obra si volvemos a aplicar una y otra vez sobre el objeto pintado.
El resultado es la técnica de Noche Americana, pero con acuarela y
un resultado de Noche de verano española.
El arte de la pintura y el del cine beben uno de otro. Los
registros que un ojo educado en materia artística capta de una obra maestra
cinematográfica, nos son los mismos que los que capta un ojo no educado en
ello. Y también sucede al revés. Todas las artes se retroalimentan.
Os animo a buscar este recurso de nocturnos a plena luz del día en
el cine de la segunda mitad del siglo pasado, y a aplicarlo con cuidado en
vuestras acuarelas. Más o menos filtro azul dependiendo de que queráis obtener
noches más o menos profundas.
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